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Panorama de las Artes Plásticas Bolivianas en el Siglo XX - Coggle Diagram
Panorama de las Artes Plásticas Bolivianas en el Siglo XX
Las artes plásticas en Bolivia son tan diversas como sus variadas culturas y hábitat. Desde lo clásico hasta los lenguajes más contemporáneos, con una revisión de las obras más destacados desde el siglo XX a la fecha.
Unos de los primeros artistas que sobresalen es el potosino
Cecilio Guzmán de Rojas
(1899-1950), quien fuera un verdadero precursor de la corriente del indigenismo
Como obras maestras de su producción artística destacan son:
“Cristo Aymara” (1939)
“Ñusta” (1936)
“Autorretrato” (1918)
“El mendigo” (1919)
“El beso del ídolo» (1926)
“El Illimani negro” (1937)
“El triunfo de la naturaleza” (1928)
Al conocido
Arturo Borda
(1883-1953), más cercano a una corriente clásica, conservadora.
Las dos obras de are que sobresalen son:
“El retrato de mis padres” (1920)
“El Yatiri” (1918)
El pintor lituano
Juan Rimsa
(1903-1978), activo en nuestro país entre 1935 y 1950, dibujante y colorista, resolvía su obra mediante una figuración estilizada y elegante. Dejo generaciones de artistas en La Paz y Sucre como discípulos.
De Cochabamba,
Avelino Nogales
(1870-1930) quien inmortalizó a importantes personalidades de su época
Destacado paisajista boliviano fue
Raúl Prada
, (1900-1991) quien nos deslumbra con sus bellas estampas del valle cochabambino, su pintura denota gran maestría en el tratamiento de las diversas tonalidades Y luz.
El cruceño
Marcelo Callaú
(1946-2004), consiguen un adecuado volumen y fino acabado, sugiriendo sensuales figuras humanas o sutiles formas geométricas
En el arte abstracto, sobresalen:
-La paceña
María Luisa Pacheco
, (1918-1982)
-El orureño
Óscar Pantoja
(1925-2009)
-El potosino
Alfredo La Placa
(1929).
Inés Córdova
(1927-2010), fue una verdadera pionera en el manejo del collage con metales y textiles en Bolivia.
El esposo de
Gil Imaná
realizó los primeros murales en cerámica en nuestro país
La escultura boliviana llega a su sitial más alto gracias a
Marina Núñez del Prado
(1908-1995), quien desarrolla una obra brillante en cuanto a su manejo técnico, con gran dominio de la síntesis y volumen de las formas escultóricas.
El escultor paceño
Ted Carrasco
(1933), trabaja a menudo utilizando la piedra y el bronce. Sus creaciones generalmente representan abstracciones simbolistas del universo ancestral andino.
En la escultura monumental boliviana es pionero
Emiliano Luján Sandoval
al realizar las primeras esculturas públicas de gran formato en el país.
sobresalen:
-“El Cristo ” (1961, Santa Cruz)
-“El soldado desconocido” (1972, La Paz)
En el muralismo boliviano, destaca la presencia de
Miguel Alandia Pantoja
, (1914-1975), quien no tenía reparos en manifestar a través de su obra sus posturas políticas.
Paralelamente en Sucre desarrolla una importante producción pictórica
Wálter Solón Romero
(1925-1999), fundador del grupo cultural Anteo
La muralística en Santa Cruz, se inicia gracias al trabajo prolífico de
Lorgio Vaca
, (1930) quien realiza destacados trabajos en relieves cerámicos policromados que embellecen avenidas, plazas y parques de dicha ciudad. Si existe un mural que se puede considerar como una obra maestra del artista cruceño, uno de ellos son.
“La Gesta del Oriente boliviano”, (1970-1971).
Ponciano Cárdenas Canedo,
(1927) es un brillante pintor, dibujante, escultor y muralista cochabambino que reside actualmente (y desde hace ya más de cuarenta años) en la República Argentina
Fernando Montes
, (1930-2007) nos ofrece un paisaje andino que deja entrever figuras hieráticas de campesinos del altiplano fundiéndose con montañas de intensos colores tierras y ocres.
En el campo de la acuarela boliviana sobresale el renombrado maestro
Ricardo Pérez Alcalá
, (1939) aventajado dibujante y colorista, quien maneja de manera magistral la luz,
Nadie pintó los paisajes urbanos y suburbanos de La Paz con tanta pasión y entrega como el recordado maestro de la acuarela
Julio César Téllez
, quien se dedico a perfeccionar la tecnica del agua.
Las creaciones de
Gíldaro Antezana
(1938-1976) son unas de las más sobresalientes las obras estaban establecidas en los cánones de una neofiguración expresionista
La pintura del paceño
Antonio Mariaca
(1926-1997), dueño de una formación académica de excepción, denota marcado sincretismo religioso, variedad temática, síntesis en cuanto a su figuración y buen uso del color.
La obra de la artista
María Esther Ballivián
(1927-1977) es muy particular. Mentiría si afirmara que la paceña era una extraordinaria dibujante, de desnudos.
