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Los principios, las virtudes y la moral común en la Bioética Médica actual…
Los principios, las virtudes y la moral común en la Bioética Médica actual
Primero, mediante un acercamiento a las bases filosóficas de la tradición moral de la Medicina tras la crisis de la ética hipocrática y la deontología en USA
Durante los años noventa, en pleno reconocimiento por buen número de instituciones y ámbitos de la Medicina, Pellegrino va elaborando una amplia investigación del comportamiento médico
las obligaciones morales del médico y la naturaleza de la enfermedad: El healing y el helping, la “sanación” y la “ayuda” o cuidado, constituyen el núcleo fenoménico profundo y dramático del que emana la “moralidad interna” de la profesión
De ese tiempo es su primer libro A philosophical Basis of Medical Practice (1980) escrito en colaboración con David C. Thomasma
el recurso a las virtudes médicas como núcleo de una nueva ética médica, en la continuidad del pensamiento histórico y vertebradora de los nuevos aires
De nuevo en colaboración con Thomasma publicará For the patient´s good, esto es, la restauración de la beneficencia en el mundo los cuidados de salud.
Thomas Percival y de aquellos colegas del siglo XIX, que fuertemente influenciaron el primer código ético de la Asociación Americana de Medicina (AMA) de 1847
Es habitual en los escritos de Pellegrino que, con carácter previo al mensaje esencial de sus capítulos o sus artículos, el autor aborde conceptualmente el tema central
La teoria de la virtud constituye sendos capítulos en los dos libros que a la virtudes dedicara el autor, que no podemos sino esbozar.
Hace notar el autor que la teoría o la ética de las virtudes, desde una u otra interpretación constituyó la base moral de la sociedad durante la mayor parte de la historia del mundo
Solo la práctica de
las virtudes, convertidas ya en un hábito hace el hombre capaz de intuir las decisiones y los pasos mas justos y prudentes a lo largo de su vida.
Las virtudes en el periodo clásico En su síntesis del periodo clásico, la virtud (areté) es entendida como “excelencia”, como el conjunto de hábitos de comportamiento que permiten al agente llevar a cabo un acto, una acción o comportarse ante las cosas
La gran aspiración de Platón consistió en desarrollar una teoría general de la virtud, una aspiración que su discípulo Aristóteles en su libro “La Política” rechazó argumentadamente: la virtud no es genérica es particular
Aristóteles respondió a la vieja pregunta de Sócrates de si la virtud se puede enseñar, mediante una respuesta afirmativa. Naturalmente que las virtudes se pueden enseñar
Para Tomás de Aquino, como para Aristóteles, la ética es teleológica y la calidad moral de un acto deriva del fin que se persigue, en el hombre de fe la visión de Dios y la vida eterna
Del periodo medieval a nuestros días Quedaría pobre esta perspectiva de la virtud, por muy adaptada a nuestro tiempo, excluir del análisis del maestro el recorrido que la teoría de virtud experimentó en los siglos posteriores
Kant restructura toda la metafisica clásica y de la virtud para trocarla en “deber” moral, que recupera del pensamiento estoico y al que adjudica el escapa imperativo categórico.
Pellegrino dedica también espacio a los pensadores que podriamos incluir como enemigos de la virtud Que afirman que el ejercicio de la virtud es una equivocación, un error, un peligro
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La lista de virtudes
Internas de la profesión sanitaria las denomina Pellegrino “virtudes médicas”. Su presencia en la obra de este médico moralista es reiterada
Un set de virtudes vinculadas a la teoría de la Medicina que caracteriza el bien profesional de la salud
Objeciones contra las virtudes médicas
aunque conocer las viejas interpretaciones puede enriquecer nuestra comprensión de la virtud y sus matices, tras las aportaciones clásicas de los grandes filósofos
objeción mantiene que las virtudes del agente son innecesarias en la práctica de una Medicina entre gentes de valores diversos y hasta antagónicos.
La formación de los médicos en la virtudes no es una garantía de buenos resultados, de una práctica moralmente defendible, fue finalmente otra de las objeciones.
Para Pellegrino la historia puede repetirse: La difusión de la eutanasia y del suicidio asistido la propagación de los abortos, etc
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