La poesía del siglo XX en el Ecuador es, a juicio personal, la verdadera poesía ecuatoriana. La que surgió, efectivamente, desde una visión auténtica y con un sentido original. Libre de las ataduras, de los dogmas y de las cosmovisiones de los países que alienaron e influyeron el panorama de nuestra lírica hasta el inicio del siglo XX, aplacándola y consumiéndola en derroteros impuestos.