Se comprende que este politeísmo multiforme diera origen, a lo largo de los tiempos, a un culto y a unos ritos no menos diversos y equívocos. Muy cerca de la magia entre la muchedumbre, muy depurados para los verdaderos fieles, van puntuando la existencia y la vida familiar. Por eso, excepto para los sacrificios y el mantenimiento de los templos, el clero está reducido a su más simple expresión.