Rosa es, dentro de lo que cabe, uno de los personajes secundarios con mayor protagonismo. Su arco argumental gira sobre todo en torno a su relación con su novio Miguel, mayormente por correspondencia. Ella es una chica bastante católica y reprimida en ese sentido, mientras que Miguel es una persona bastante liberal, muy sexualmente inhibido y no respeta la mayoría de convencionalismos, considerando que no hay nada malo en tener sexo fuera del matrimonio (constituye una incitación constante al sexo para Rosa) y que Rosa es lo bastante inteligente y mayor como para tomar sus propias decisiones, sin necesitar ninguna aprobación paterna, como Rosa siempre le pide. Al final se envalentona y decide irse a Madrid sin el permiso de su padre y empezar a tomar sus propias decisiones.