Lo característico es que en niños sanos previamente, un mes posterior a padecer una enfermedad viral se presentan petequias, púrpura y equimosis y sangrado de piel y mucosas, de predominio en la parte alta de las extremidades inferiores, por ejemplo epistaxis nasal que puede ser de difícil control, existen ampollas sangrantes en la boca y en los labios, se presenta hemorragia intracraneana afortunadamente sólo en menos del 1 % de los casos, se asocia esta complicación con cuentas de plaquetas inferiores a 20,000 con signos de sangrados en mucosas, retina, vías urinarias y gastrointestinales.