INSUFICIENCIA RENAL AGUDA SEGÚN RIFLE Y AKIN: ESTUDIO MULTICÉNTRICO.

Durante décadas han existido grandes dificultades para definir el síndrome que ahora denominamos insuficiencia renal aguda (IRA)

Y en la Segunda Conferencia de Consenso Internacional del grupo Acute Diálisis Quality Initiative (ADQI) realizada en el 2004 se propuso para el diagnóstico y estratificación de IRA el método RIFLE, con 3 niveles de disfunción renal aguda «Risk», «Injury» y «Failure» según los cambios en niveles plasmáticos de creatinina o ritmo urinario.

En el año 2007 el (Acute Kidney Injury Network) propuso el método AKIN con el objetivo de mejorar la sensibilidad y especificidad del sistema RIFLE.

COMPARACIÓN

Una revisión sistemática de todos los estudios que utilizaron RIFLE entre 2004 y 2007, identificaron 24 artículos (más de 71.000 pacientes), poco comparables entre sí, en esta revisión se haya observado una incidencia de IRA extremadamente variable: del 10 al 82%.

En el año de 2007 se publicaron los resultados de una segunda conferencia de consenso realizada con miembros representantes en Cuidados Críticos y Nefrología (Acute Kidney Injury Network) en la que se propuso OTRO método con el objetivo de mejorar la sensibilidad y especificidad del sistema RIFLE.

A pesar de las debilidades del RIFLE, concluye que AKIN no ofrece ventajas con respecto a la sensibilidad, consistencia ni capacidad predictiva.

Joannidis et al.9 publicaron en 2009 una comparación realizada en 14.300 pacientes RIFLE vs. AKIN a partir de datos del SAPS-3, mostrando una incidencia de IRA de 28,5 y 38,5%, respectivamente

RIFLE mostró mayor consistencia y alta tasa de detección de IRA, aunque la falta de datos de ritmo urinario sesgó los resultados, ya que no pudieron diferenciarse los grados 1 y 2 de AKIN y los grados I y F de RIFLE.

Ambos estudios demostraron un incremento en la morbimortalidad asociado al desarrollo de IRA

En el 2010 se publicó un consenso internacional realizado en Canadá en 2007 que tuvo el objetivo de establecer recomendaciones sobre prevención y manejo de la IRA en el paciente crítico

Se consideró que la cistatina-C es un marcador promisorio que parece detectar IRA más tempranamente que los cambios en la creatinina plasmática, pero aún aún carecen de utilidad por estar en fase de estudio y se concluyó entonces que el principal marcador sigue siendo la creatinina plasmática, así como la medición de la diuresis

En consecuencia, recomiendan el uso de RIFLE y AKIN para realizar el diagnóstico de IRA, haciendo observar que, aunque aún requiere validación, AKIN permite una identificación más temprana de los pacientes con IRA que RIFLE

PACIENTES Y METODOS

Los motivos de exclusión fueron: imposibilidad de cuantificar la totalidad de la diuresis en cualquier momento del período de estudio, instrumentación quirúrgica de la vía urinaria y la necesidad de terapias de soporte renal (TSR), ya fuera nueva o crónica.

Se estudió en forma prospectiva a 627 pacientes, entre febrero de 2010 y febrero de 2011.

Se incluyó a pacientes mayores de 18 años de edad internados en UCC durante al menos 48 h, quienes fueron evaluados durante los 7 primeros días de internación.

RESULTADOS

RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS

Se utilizó el programa Excel para la recolección de datos, y se registraron: edad, sexo, origen étnico, peso actual (informado por el paciente o sus familiares), talla, índice de masa corporal (IMC), puntuación de APACHE II y SOFA al ingreso, enfermedad de ingreso quirúrgica o clínica, días de estancia en UCC, y mortalidad en UCC y a los 30, 60 y 90 días del alta. Las puntuaciones APACHE II y SOFA fueron calculadas sin excluir los parámetros de creatinina.

En todos los casos la diuresis horaria se expresó con relación al peso del paciente, obteniéndose entonces la diuresis horaria calculada (DHC) expresada en ml/kg/h. En todos los pacientes se registró la creatinina plasmática medida (CPM) diariamente.

A partir de los datos de edad, sexo, origen étnico, CPM y raza, se calculó automáticamente, según la fórmula Modification of Diet in Renal Disease (MDRD)11, la creatinina plasmática basal (CPB), definida como el valor de creatinina ideal para cada paciente, asumiendo una tasa de filtrado glomerular normal de 75 ml/min/1,73 m2, asignando para cada grupo etario, sexo y origen étnico un valor teórico normal de CPB

Insuficiencia renal aguda según criterio urinario (IRA-U)

A partir de la DHC se identificaron los casos que cumplieron primero con el criterio U, antes que con el criterio C, durante 6, 12 y 24 h continuadas.

Insuficiencia renal aguda según criterio creatinina (IRA-C)

A partir de los registros de CPM y CPB se identificaron los casos que cumplieron primero con el criterio C, antes que con el criterio U, diariamente.

Insuficiencia renal aguda según ambos criterios (IRA-UC)

Se identificó a los pacientes que cumplieron con los criterios U y C a la vez, categorizándolos en los 4 niveles posibles de IRA, tanto para RIFLE como para AKIN

Características de la muestra

De la serie total de casos (n = 627) los valores medios fueron: edad de 62 años (de 18 a 97); 63% hombres y 37% mujeres; IMC de 26,4 (de 12,4 a 70,3); días de estancia de 13,6; APACHE 15; SOFA 5; 27,6% posquirúrgicos (cirugía electiva 16,4%; de urgencia 11,2%).

Incidencia de insuficiencia renal aguda

El 69,4% mostró algún grado de IRA según RIFLE, mientras que la proporción de pacientes con IRA según AKIN fue de 51,8%

MORTALIDAD

La mortalidad global (mortalidad en UCC hasta los 90 días del alta) fue de 40,9 y 44,6% de los pacientes con IRA RIFLE e IRA AKIN, respectivamente, significativamente mayor a la de los pacientes sin IRA (19,79 y 23,5% para RIFLE y AKIN, respectivamente).

CONCLUSIÓN

La bibliografía revisada hasta la actualidad sigue mostrando datos difícilmente comparables, a pesar de las definiciones establecidas por consenso. Quizás la incidencia de IRA informada en los estudios publicados habría sido mayor si el criterio hubiese sido aplicado estrictamente. A pesar de las recomendaciones, sigue sin precisarse la forma en que se debería medir la diuresis, sobre todo en pacientes sin sonda urinaria.

La validez de este método y su capacidad predictiva de la mortalidad ha sido evaluadas en varios trabajos.

ALUMNA: LETÍCIA MARINHO 20946