Alessandro Volta, Charles-Augustin de Coulomb, André-Marie Ampère... Ellos y muchos otros investigadores, impulsores de los grandes descubrimientos científicos y tecnológicos de los siglos XVIII Y XIX, contribuyeron a dar paso a la revolución industrial, la consagración definitiva de la energía eléctrica.
Mucho antes, y como pasa siempre en materia de Historia, los griegos habían detectado en las laderas de la ciudad de Magnesia un extraño fenómeno por el cual, en ciertas zonas, pequeñas piedras se atraían sin razón aparente.