Las emisiones excesivas de carbono de los países ricos amenazan el futuro de todos los niños del planeta, pues el cambio climático, la degradación ecológica, la comida ultra procesada y las prácticas comerciales nocivas atacan la salud de los niños y niñas. Algunas de las consecuencias del cambio climático son el aumento del nivel de los océanos, la proliferación de enfermedades como el paludismo y el dengue, la desnutrición, la polución del aire y el agua contaminada, y quienes más se verán afectados a largo plazo, son las infancias. (Naciones Unidas, 2020