la ama de llaves, la señora Unmey, quien a viva petición de la señora Otis y lady Canterville, accedió a conservar su puesto. Les dio la bienvenida, la siguieron pasando por un hermoso pero antiguo salón principal, una biblioteca, y otro salón con un gran ventanal. todos curioseaban su alrededor.
Hasta que la señora Otis se encontró con una mancha roja oscura en el piso, le pregunto a la anciana que se ha vertido en el piso, a lo que respondió: que efectivamente esa mancha era sangre.
impactada pidió que se retirara de inmediato, con voz misteriosa contesto: la sangre le pertenecía a lady leonor de Canterville, que murió a manos de su esposo en 1565 y que desde entonces no puede retirar.
es falso, con el detergente "Campeón Pinkerton" se retiraría, proclamó Washington, retiro la mancha, pero al momento cayó un trueno con el que se desmayo Unmey; el señor Hiram se quejo del clima, y Unmey que se despertó al momento al escuchar que le bajarían el salario.
la anciana ama de llaves, les advirtió que en esa casa noche a noche pasan cosas que les impedirían dormir.