En el modelo de IKIGAI, si sustituimos “lo que amas” por la “visión”, “lo que eres bueno” por las “capacidades esenciales”, y ”cómo te puedes ganar la vida” por el “modelo de negocio”, entonces la idea aplica perfectamente no a una persona, sino a una organización. A partir de ahora, incorporaré el IKIGAI a mis clases.