La primera: La sinceridad, el docente, que significa el que es dócil, ha de mostrar su docilidad especialmente con su propio pensamiento, que es cómo el filtro por dónde han pasado las ideas que explica, las palabras han de expresar así la pureza de la cotización, a la vez que son los andamios que lo sostienen, lo que es fruto de unas operaciones intelectuales complejas.