Un profesional calificado y familiar con el Mutismo Selectivo empezará generalmente por entrevistar a los padres del niño. Se recopilará información sobre la historia del desarrollo del pequeño (incluyendo si ha habido o no retrasos en la audición, el habla o el lenguaje), la historia familiar (historial de los miembros de la familia con ansiedad/depresión), características de comportamiento (temperamento tímido), descripción de la vida en casa (estrés familiar, divorcio, muerte, mudanza o cambio de la principal persona que le cuidaba) e historial médico. Tras evaluar todo esta información, normalmente el siguiente paso es que el profesional se vea con el niño. Aunque la mayoría de los niños con Mutismo Selectivo no hablan con el profesional que le diagnostica, puede ser muy útil para el terapeuta pasar tiempo con el niño y empezar a construir una relación. También puede ser muy útil para el terapeuta obtener algún vídeo del niño en su hogar, en un entorno confortable, para tener una visión del niño interactuando y hablando normalmente.