La notoriedad de una marca, la preferencia e intención de compra de los clientes, su nivel de prueba y de satisfacción, sus percepciones de la calidad relativa de un producto, de los servicios de una empresa o del valor ofrecido, constituyen ejemplos de unidades de medida de los procesos de comportamiento de los mercados, y son también indicadores de los resultados finales de los mismos.