Uno de los aspectos fundamentales a discernir en la protección de obras multimedia es la originalidad de los elementos que la forman, a diferencia de lo que ocurre con los derechos sui generis, es decir, si la obra ha sido creada en base a elementos preexistentes con derechos de autor en vigor, o si, por el contrario, todos los elementos que confirman la obra han sido creados ad hoc, dependiendo de ellos se conformará su protección jurídica