La iniciativa individual. Este tipo de innovación empresarial hace referencia a la propia capacidad de la organización de crear una cultura de empresa que propicie la creatividad de los trabajadores y permite a los profesionales poner en marcha sus propias ideas o proyectos.
La mejora de los procesos. Se trata de la innovación empresarial por antonomasia, es decir, la introducción de novedades en los productos, servicios o procesos como mecanismos para la mejora continua sin modificar la actividad de la compañía o el modelo de negocio
La innovación continua. En este caso, la innovación empresarial se produce mediante la incorporación de nuevas líneas de negocio al modelo empresarial a partir de una revisión constante de la compañía
La innovación disruptiva. Se trata, posiblemente, del modelo más difícil de lograr pues supone la aparición de una nueva industria, no solo para la empresa o su público objetivo, sino para toda la sociedad