Los niños y el maestro sentados en corro. El maestro comienza saludando al niño que tiene a su derecha, dándole su mano y diciendo “Buenos días ¿cómo estás? El niño responde cómo se siente: “Bien, gracias”, o con otra fórmula que está acostumbrado a utilizar. El maestro le da un beso, un abrazo, una caricia, una palmadita en la espalda, o una caricia suave, y le desea que pase un buen día. El niño que acaba de ser saludado, hace lo mismo con su compañero de la derecha, y así hasta terminar la ronda. El maestro, al comienzo del año escolar, puede conversar con los niños sobre los saludos, para qué sirven, y lo agradable que es sentirse bienvenido.
Los niños comentan acerca de las formas de saludar conocen: dar la mano, besarse, acariciarse, darse un abrazo, etc. El adulto los anima para que utilicen todos los saludos, variando cada día según les apetezca. Es importante que el educador se siente cada día al lado de un niño distinto para que todos tengan la misma oportunidad de ser saludados por él.