Se basa en el análisis del comportamiento de los costos de producción y operación, para clasificarlos en costos fijos y en costos variables. Los costos fijos de producción se relacionan con la capacidad instalada y ésta, a su vez, está en función de un periodo determinado, pero jamás del volumen de producción. El hecho de contar con determinada capacidad instalada genera costos fijos que, independientemente del volumen que se produzca, permanecen constantes en un periodo determinado.