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Terapia centrada en la persona (Segundo reporte de lectura) (Tendencia…
Terapia centrada en la persona (Segundo reporte de lectura)
Tendencia actualizante
Capacidad, latente o manifiesta de la persona de comprenderse a sí mismo y de resolver sus propios problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción y la eficacia necesaria para un funcionamiento adecuado.
Es una capacidad inherente a la naturaleza de la persona
Se requiere de un contexto libre de amenaza para activarse y dirigir al Yo hacia el desarrollo de sus propias potencialidades, con el propósito de lograr su conservación y enriquecimiento, teniendo en cuenta las limitaciones y oportunidades que nos otorga el ambiente.
Será para cada quien, lo que cada quien necesite y vivencie como re-valorizador, rescatando el carácter fenomenológico de la experiencia y su concreción en los espacios interpersonales de significado.
Una vez que permitamos que nuestro cuerpo fluya sin presiones ni restricciones, tendrá la sabiduría para resolver nuestros propios problemas.
Uno de los principales aspectos de la T.A. lo constituye su permanente dirección hacia la adaptación y conservación del organismo, entendido éste como una unidad psicofísica.
Así como congelamos algo para proteger su estado de conservación, el proceso de emergencia de los todos cristalizados, permitiría la sobrevivencia del organismo bajo condiciones estresantes
El experiencing funciona como una totalidad, estimando todo lo que emerge como parte constitutiva de este proceso, por tanto, atendible y focalizable, sin desestimar inmediatamente un aspecto vivencial disminuido, como algo que no funciona o que está separado del proceso de interacción entre sensación sentida y símbolos
Una concepción de la psicoterapia como proceso
Un proceso de cambio se produce cuando el cliente se siente recibido, aceptado, comprendido tal como es.
A lo largo de este proceso se desarrollan siete etapas sucesivas por las cuales el individuo pasa de la fijeza al flujo, de un punto próximo al extremo rígido del continuo a otro más cercano al extremo "en movimiento".
Primera etapa
Hay resistencia en la comunicación de sí mismo (comunica hechos externos)
No se admiten los sentimientos como propios
. Los constructos personales son extremadamente rígidos
. Las relaciones íntimas y comunicativas se perciben como peligrosas
No se reconoce la responsabilidad en los problemas que se tienen. No hay deseo de cambio
Con intenso bloqueo de comunicación interna.
El individuo puede sentirse recibido en un entorno menos amenazante que una psicoterapia individual, quizás en un grupo o taller.
Segunda etapa
. Comunicación del sí mismo con relación a temas ajenos al sí mismo
Los sentimientos se describen como objetos que no pertenecen al sujeto o que corresponden al pasado. No se reconocen como tales o como propios.
Diferenciación entre sentimientos y significados es muy burda y limitada
Los constructos personales son rígidos no se reconocen como tales sino como hechos objetivos.
Las responsabilidades se reconocen como externos al sí mismo. No se asume la responsabilidad
Para que se de esta etapa, el individuo debe sentirse plenamente recibido
Tercera etapa
Para que se de esta etapa se necesita que el cliente no se haya bloqueado y continúe con la percepción de que es plenamente recibido.
Comunicación de sí mismo
Hay una mayor libertad en cuando a las expresiones del sí mismo.
Las experiencias relacionadas con el sí mismo se expresan como objetos
El sí mismo se expresa como reflejado en los demás.
Sentimientos
Los sentimientos y significados se expresan o se describen como personales pero pertenecientes al pasado
Los sentimientos se exhiben y luego a veces son reconocidos como tales.
La aceptación de… es mínima, se revelan como algo vergonzoso, malo, anormal e inaceptable.
Diferenciación entre sentimientos y significados
es más nítida y menos global que en etapas anteriores.
Los constructos personales son rígidos, pero pueden ser reconocidos como constructos y no como hechos externos
La experiencia Se describe como algo perteneciente al pasado o como algo ajeno al sí mismo.
Cuarta etapa
Los sentimientos se describen como objetos del presente
La aceptación franca es escasa.
La diferenciación entre sentimientos y significados
Aumenta constantemente y existe una tendencia a procurar la exactitud de la simbolización
Se descubren algunos constructos personales, se los reconoce con claridad y como tales y se comienza a cuestionar su validez.
. Las relaciones íntimas y comunicativas aun le parece peligrosa pero se atreve a relacionarse en cierta medida a partir de sus sentimientos
Existen ciertos sentimientos de responsabilidad propia en relación con los problemas, si bien son vacilantes
La comunicación interna es más flexible
Para que se de esta etapa es necesario que el cliente se sienta comprendido y aceptado tal como es
Quinta etapa
Para que se de esta etapa es necesario que el cliente se sienta recibido en sus expresiones, conductas y experiencias.
Los sentimientos se reconocen como propios y hay un mayor deseo de ser el “yo verdadero”
Los sentimientos se expresan libremente en tiempo presente.
Hay una tendencia intensa y notoria a diferenciar los sentimientos y significados con exactitud
Se descubren nuevos constructos personales a medida que se construye la experiencia, los que surgen se cuestionan críticamente.
Aumenta la aceptación de la propia responsabilidad en los problemas que se enfrentan y se cuestiona hasta dónde él ha contribuido a ellos.
Se libera, mejora y el bloqueo se reduce, hay un mejor diálogo consigo mismo.
Sexta etapa
El sí mismo es subjetivamente, en el momento existencial.
La vivencia plena se convierte en un referente claro y definido.
La diferenciación de la vivencia es clara y penetrante.
El cliente se siente libre de los constructos pasados y los “reemplaza” por aquellos nuevos significados que surgen de su vivencia.
No hay problemas externos ni internos, vive subjetivamente una fase de su problema, que ha dejado de ser un objeto.
Se acepta la inmediatez de la experiencia y el sentimiento que la constituye, no hay temor, necesidad de negarlo o luchar contra esto.
Septima etapa
El sí mismo se ha convertido en una consciencia subjetiva y reflexiva de la vivencia, se le percibe cada vez menos como un objeto y tiende a confiar cada vez más en él.
Los sentimientos nuevos se experimentan de manera inmediata y rica en matices, tanto dentro como fuera de la relación psicoterapéutica.
Procura diferenciar con exactitud sus sentimientos y significados personales en su experiencia.
Los constructos personales se plantean provisionalmente, para ser validados posteriormente por la experiencia, y aun cuando se confirmen, se les plantea con mayor flexibilidad.
Se comunica libremente con los demás, fuera de estereotipos, sino de persona a persona.
Se relaciona con sus problemas de manera responsable
Sus maneras de construir su experiencia cambian constantemente, puesto que está abierto a modificar sus constructos personales en base a su experiencia.
La presencia terapéutica
La presencia ha sido descrita como uno de los dones más terapéuticos que un terapeuta puede ofrecer a su consultante.
Estar plenamente presente y ser plenamente humano con otra persona se considera sanador en y por sí mismo.
La presencia se comprende con el estado fundamental de receptividad y de contacto relacional profundo momento a momento
Implica el estar con el consultante más que el hacer al consultante
Se debe estar abierto recibiendo la experiencia del consultante, de una manera amable y compasiva, sin enjuiciar
Significa estar dispuesto a ser impactado y conmovido por la experiencia del consultante, a la vez permanecer arraigado y responsivo a sus necesidades y experiencias
La presencia de los terapeutas implica un balance y doble nivel de conciencia entre estar en contacto con la experiencia del consultante y con la propia experiencia y reflexionar sobre lo que está ocurriendo con y entre ambas personas.
Se considera también como un fundamento y precondición necesaria para las condicione relacionales de empatía, congruencia y consideración positiva incondicional.