El viaje de placer es una parte de las relaciones internacionales.
Podría ampliar el alcance del comercio y mejorar la distribución de los ingresos entre los países, y que, ¨sobre todo, [el turismo] puede hacer más que ningún otro factor, considerado aisladamente, para promover el entendimiento entre países y la buena voluntad, derribando prejuicios y odios, y poniendo las bases para una paz que dure muchos años¨.