Primero, el proyecto ideal de un ser humano homo sapiens, sabio, contemplativo, obediente y virtuoso, que habría que criar y educar socialmente; Segundo, el ideal de establecer una cristiandad universal, bajo la hegemonía de la Iglesia; Y, tercero, el ideal de edificar un mundo que, si bien estaría aún marcado por el pecado, habría sido, sin embargo, redimido por Cristo.