Para salir de la crisis de 1933, donde más del 25% de la población estaba en desempleo, Bernard London sugirió hacer obligatoria la obsolescencia programada, él sugirió que todos los productos tuvieran una fecha de caducidad, en la que se considerarían "muertos" legalmente, y los consumidores los devolverían a las empresas para su destrucción, fué la primera vez que la idea de la obsolescencia programada se escribió; la idea de Bernard pasó inadvertida, y la obsolescencia obligada nunca se llevó a cabo.
Más tade la obsolescencia programada cambió, ya no era obligar al consumidor, si no seducirlo con nuevos productos más modernos.
El objetivo Americano era crear un consumidor insatisfecho con lo que ha comprado, haciendo que lo quiera cambiar a algo más novedoso.