En este sentido, para un activo la amortización (contable) será el disminución o pérdida de valor a lo largo del tiempo, mientras que para un pasivo se refiere a la disminución del crédito, de la deuda.
En los pasivos, la amortización (financiera) se refiere a la capacidad de reintegro de un préstamo, relativo al capital del mismo, no incluyendo los intereses. En un ejemplo práctico, imaginemos un crédito inicial de 1000 euros, con un interés al 5% pagadero mensualmente y en el año 5 y mes 6 llevamos pagado 150 euros del capital y 180 de intereses. La amortización en este caso sería de 150 euros, y el capital pendiente de 850 euros.