La aceptación de los niños y niñas de una alimentación rica, variada y saludable, la utilización progresivamente de forma correcta del vaso, el plato, la cuchara, el tenedor, el babero, así como el mantenimiento de una postura adecuada en las comidas.
El control de los esfínteres constituye un proceso complejo que integra aspectos biológicos, afectivos, emocionales y sociales