La revolución cognitiva en la psicología fue lo que inspiró la aproximación inicial de Bruner al proceso de educación: Hubo un gran interés porque los alumnos construyeran sus propios conocimientos mediante el descubrimiento de los contenidos. El planteamiento de Bruner estaba dirigido a los estudiantes de primaria y secundaria, para quienes el docente debía conducirse como un guía, más que como un expositor de contenidos. Sus estudios en el campo de la Psicología evolutiva y la Psicología social estuvieron enfocados a generar cambios en la enseñanza, que permitieran superar los modelos reduccionistas y mecanicistas del aprendizaje memorístico, centrado en la figura del docente, y que impedían el desarrollo de las potencialidades intelectuales de los estudiantes. Estos modelos estaban fuertemente ligados a los conductistas, que concebían a los estudiantes como receptores pasivos del conocimiento.