Se llama cultura objetiva al conjunto de los productos que constituyen la materialización u objetivación de la creación cultural humana. Abarca los instrumentos, enseres, utensilios, símbolos, códigos de valores, creencias, costumbres, instituciones, modos de comportamiento, etc.
La cultura subjetiva, por otra parte, es la asimilación o interiorización vital por parte del individuo de los productos culturales del ámbito en el que vive. Es el cultivo del hombre gracias al cual se va haciendo cada vez “más humano”, adquiriendo una mayor perfección. La cultura subjetiva es fruto del ejercicio de las facultades humanas en orden al propio perfeccionamiento y engloba los conocimientos, destrezas y hábitos, etc., adquiridos por la persona.