Se caracteriza por una alteración de la atención (es decir, menor capacidad de dirigir, enfocar, mantener y desviar la atención) y la conciencia (menor orientación respecto del ambiente) que aparece en un período breve, en general de horas a algunos días, y tiende a fluctuar durante el transcurso del día. En cambio, la mayoría de los tipos de trastorno neurocognitivo mayor o leve (p. ej., debido a enfermedad de Alzheimer) tienen un comienzo y una evolución de deterioro graduales.