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Gastronomía, humor y nación: Estrategias retóricas en las letras de calle…
Gastronomía, humor y nación: Estrategias retóricas en las letras de calle 13
LA MÚSICA EN EL CARIBE SE CONSIDERA UNO DE LOS: Nación y ritmo Juan otero garabis (2000:24 entender la imaginación nacional, caribeño son manifestantes del contrapunteo.
Caribe prevalece una tradición musical las experiencias cotidianas como modo para analizar las paradojas sociales y las sensibilidades.
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El Reggae y el Rap viene de gran manera, de la calle. La música es la buena combinación de melodía y ritmo. La
LA RUPTURA POR PARTE DE CALLE 13 DE ESQUEMAS Y PRACTICAS YA DOMESTICADAS POR EL PUEBLO, LLEGA AL PUNTO QUE LA MISMA NATURALEZA DE SU MÚSICA ELUDE CLASIFICACIÓN.
Hasta hace algún tiempo existía la música comercial, la de protesta, la independiente y hasta la introvertida, hasta que llego Calle 13 y se dio la ruptura de esquemas y prácticas ya domesticadas por el publico.
Aunque son egresados universitarios ambos integrantes de Calle 13 retienen un aguzado interés por escudriñar en toda su dimensión antiestética los entresijos de la cultura popular.
La estetica de Calle 13 reside en la "desnaturalización del reguetón" y en el desmontaje no sólo de los estereotipos de la clase media sino de los lugares comunes del hip hop (sexo, machismo, violencia, extracción social) mediante el uso de nuevos códigos de masculinidad y de formas de participación y autoridad política.
UN EJEMPLO DE LA AMBIGÜEDAD DEL HUMOR EN DETERMINADOS ESPACIOS TUVO LUGAR EN NOVIEMBRE DEL 2006 CUANDO EN EL DISCURSO DE ACEPTACIÓN DE UNO DE LOS GRAMMY LATINOS EL RESIDENTE DECLARÓ QUE SE ESTABA "ORINANDO DE LA EMOCIÓN"
Un ejemplo de la ambigüedad del humor en determinados espacios tuvo lugar en noviembre del 2006 cuando en el discurso de aceptación de uno de los Grammy Latinos el residente dijo que se estaba orinando de la emoción. Por esto, arremetió con similar indignación ante la “bulla” que provocaron sus palabras alegando que en ese sobresalto se despliega la afectación y la superficialidad en que se anegan los falsos moralistas del país.
El festín criollo: frituras, nación e identidad
Puerto Rico, como extensión de la metáfora cubana, también ejerce una tarea paralela de condensar el diverso y cambiante carácter nacional.
Volviendo a Calle 13, los gestos de incorporación y absorción en las letras de
sus canciones cristalizan esa idea del acto alimentario como un lente.
EN EL MOMENTO EN QUE SE PARODIA LO QUE DEBERÍA SER VENERADO, SE OFICIALIZA UN TIPO DE REVANCHA GRATIFICANTE QUE ALIVIANA Y EN CIERTO MODO, CORRIGE LOS DESNIVELES SOCIALES A LA VEZ QUE PERMITE OBSERVAR LOS RESQUICIOS IMPERCEPTIBLES QUE CONFORMAN LOS DISCURSOS NACIONALES.
En el ensayo “Hacia una poética de lo soez” Sánchez (2006) percibe en el desafío a las fronteras del lenguaje un mecanismo de subversión y una contingible estética que aporta a la lectura de la procacidad en las letras
de Calle 13.
Es así que estas conductas, que explicitan ritos sexuales o funciones corporales con impudicia suelen asociarse a las esferas más humildes de la sociedad.
Parte del componente innovador de Calle 13 radica en el exitoso alcance del doble efecto de su lenguaje que, por un lado, escandaliza y por el otro, fascina al margen de cualquier convencionalismo o sentido acordado del pudor.
Para expandir esta función social de las imágenes impropias, del estudio de Mijael Bajtin (1990) sobre la obra de Rabelais en que observa las implicaciones culturales del carnaval y la tarea subversiva que ejercen la risa.
DESDE EL PRIMER DISCO DE CALLE 13 EN CUYA CARATULA APARECE ENFOCADA LA BOCA DE UNA MUJER SABOREANDO CON LA PUNTA DE SU LENGUA UN HELADO TRICOLOR, SE ANUNCIA LA CALCULADA ATENCIÓN A LAS FORMULACIONES SIMBÓLICAS DEL APETITO Y LA COMIDA.
La degustación simbólica que patrocina Calle 13 abarca desde alimentos taínos como el casabe, la yuca, o la yautía hasta productos importados de los Estados Unidos.
Calle 13 reproduce un mosaico social, un entretejido de lo uno y lo diverso, del explotador y el explotado, el devorador y el devorado, el consumidor y el consumido.
El nombre del grupo hace alusión a la calle donde residía René en Trujillo Alto y para poder entrar a la urbanización de acceso controlado su medio hermano Eduardo debía identificarse con el guardia de seguridad como “visitante” o “residente”
Calle 13 dirige artísticamente su frustración a poderes institucionales y coloniales del (jueces federales, FBI, burocracia), por el otro, se alinea con el “pueblo que viene atrás” y que es convocado alrededor del manifesto de igualdad