El Supremo Poder Ejecutivo de la Nación Mexicana, entre 1823 y 1824, fue un cuerpo colegiado en el cual se depositó el poder Ejecutivo entre la caída del Primer Imperio Mexicano y la conformación de la Primera República Federal.
Este órgano fue creado por el Congreso Constituyente de 1823 con el propósito de cubrir las funciones del poder Ejecutivo de México tras la abdicación y desconocimiento del imperio de Agustín de Iturbide, derrocamiento producido por un levantamiento armado que culminó con el Plan de Casa Mata. Esta rebelión significó la disolución del Imperio y el exilio de Iturbide en mayo de 1823.1 De esta manera, mientras se definía el futuro de la Nación Mexicana, se designó el Supremo Poder Ejecutivo, a manera de triunvirato para ejercer las funciones de jefatura de Estado y de gobierno.