Alteración de la función de los órganos. Cuando las larvas se desplazan hacia el hígado, los pulmones u otros órganos, se transforman en quistes. Estos crecen con el paso del tiempo y, a veces, son lo suficientemente grandes para empujar las partes funcionales de los órganos o para reducir su suministro de sangre. En ocasiones, los quistes por tenia se rompen, lo que produce la liberación de más larvas, las cuales pueden moverse hacia otros órganos y formar quistes adicionales.