La agresión social se manifiesta en la inclusión o exclusión social del niño o el adolescente a través de las relaciones y actividades cotidianas: la desvalorización sistemática de los logros (académicos, deportivos, creativos o sociales), las recriminaciones, mofas, burlas, la difusión de bulos, rumores y sospechas, y hasta los insultos y ataques verbales .