La etapa mesozoica ha sido designada muchas veces como la “edad oscura” de la historia de los Mamíferos, debido por una parte a la pobreza de información de los primeros registros y, por otra, a que el gran florecimiento de las diversas ramas repitilianas, singularmente los dinosaurios, eclipsaron en cierto modo la existencia de estos mamíferos mesozoicos, constituidos por formas de tamaño pequeño y con hábitos fundamentalmente nocturnos e insectívoros.