Imperio Austro-húngaro Aglutinaba un gran número de nacionalidades: germanos, checos, polacos, serbios, croatas, rumanos, italianos... La falta de conexión entre ellos con una lengua común y el desinterés del emperador por sus súbditos hace que se hunda. El contagio de la revolución en Francia anima a promover movimientos revolucionarios aunque la burguesía aquí es débil. Hay una contrarrevolución militar para sofocar las revueltas en Viena.