Un ejemplo muy espectacular de la dispersión son los arcoiris. Para ver un arcoiris, el Sol debe estar iluminando una parte del cielo, y que haya gotas de agua en una nube o que caigan en forma de lluvia, en la parte contraria del cielo. Cuando damos la espalda al Sol, vemos el espectro de colores, que forma un arco. De-de un avión, cerca del medio día, el arco forma un círculo completo. Todos los arcoiris serían totalmente circulares, si no se interpusiera el suelo.