El tratamiento con fármacos parenterales se debe administrar en una UTI, para controlar la lesión orgánica a la vez que se minimiza el riesgo de hipoperfusión de los lechos cerebral, coronario y renovascular. Los fármacos que se utilizan con mayor frecuencia son nitroprusiato de sodio, nitroglicerina, labetalol, esmolol, nicardipino, fentolamina, fenoldopam, entre otros.