Son organismos infecciosos formados únicamente de proteína y carece de ácido nucleico. Se han relacionado estas partículas con enfermedades degenerativas del sistema nervioso con un componente infectivo, como la enfermedad de Scrapie (prurito lumbar en ovejas y cabras,), Kuru (asociada al canibalismo de una tribu de Nueva Guinea) o Creutzfeldt-Jakob, en el hombre, y la enfermedad de las “vacas locas”, que se transmite al ser humano, produciendo un tipo especial de encefalopatía espongiforme.