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EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN ALUMNADO CON ALTERACIONES DEL…
EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN ALUMNADO
CON ALTERACIONES DEL LENGUAJE ORAL
IDENTIFICACIÓN DE LAS ALTERACIONES DEL LENGUAJE ORAL
La detección precoz de cualquier alteración es fundamental y un paso previo para una intervención adecuada.
En las observaciones se ha de tener en cuenta los siguientes puntos:
El lenguaje que utiliza el alumno.
Quién inicia la interacción, cuándo, para qué y cómo se lleva a cabo.
El tipo de interlocutores que busca.
Situaciones y contextos que favorecen las interacciones.
Los usos comunicativos.
Las funciones comunicativas que subyacen a las mismas...
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DEL ALUMNADO CON
DIFICULTADES EN EL LENGUAJE ORAL
En el caso de los alumnos con trastornos del lenguaje, como hemos podido comprobar, hay una gran diversidad de síntomas y, por tanto, una gran diversidad de necesidades educativas.
Necesidad de modelos lingüísticos adecuados
. El lenguaje se adquiere a través de la interacción con el entorno.
Necesidad de estimulación. Se han de proporcionar al niño experiencias ricas en interrelación comunicativa dentro de un clima estimulante, de confianza y de comprensión, con estrategias que partan de los intereses del niño y le ayuden a la corrección de sus dificultades lingüísticas.
Necesidad de reeducación. En función del trastorno y su gravedad, habrá casos en los que será necesario que el alumno reciba apoyo logopédico directo.
LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA
4.1 La importancia del vínculo maestro PT-alumno en la intervención educativa
Es conveniente que el tratamiento
sea individual y responda a las necesidades comunicacionales de cada niño, es decir, que la intervención sea personalizada y facilite el vínculo entre el maestro y el alumno.
4.2 Pautas y orientaciones para la intervención
El procedimiento de intervención en los trastornos del lenguaje oral
dependerá del tipo de alteración orgánica o funcional que presente el alumno.
Según Ayarza (2013), los objetivos básicos que un especialista en Audición y lenguaje y, en su defecto, de Pedagogía terapéutica, debe considerar en la intervención
de los trastornos fonoarticulatorios son:
La reeducación del desequilibrio muscular orofacial.
El restablecimiento de la funcionalidad del órgano afectado.
El abordaje de los hábitos lesivos de succión y/o mordida presentes.
La corrección de los sonidos alterados y la generalización de estos.
Para el desarrollo de cada uno de estos objetivos, la autora sugiere los siguientes
recursos:
El restablecimiento de la funcionalidad del órgano afectado: En los trastornos articulatorios de etiología orgánica, por ejemplo las disglosias, el objetivo primordial será la recuperación funcional del órgano fonatorio alterado
El abordaje de los hábitos lesivos de succión y/o mordida presentes: La presencia de hábitos de succión o mordida obliga su abordaje, dado que su persistencia dificultará y prolongará la función del especialista en Audición y Lenguaje o en Pedagogía Terapéutica.
La reeducación del desequilibrio muscular orofacial: Para normalizar el desequilibrio muscular existente a nivel buco-facial se emplearán actividades de motricidad
La corrección de los sonidos alterados y su generalización. Sabemos que los apoyos correctos de las diferentes partes del órgano lingual en la pronunciación de los sonidos contribuye a la permanencia del equilibrio muscular oral y facial.
Para abordar el lugar (punto) y modo de articulación de los sonidos, el especialista le mostrará al niño el modelo correcto de cada fonema para facilitar su consecución, valiéndose de la imitación visual y auditiva.
4.3 La relajación
La relajación realizada con fines terapéuticos constituye un auxilio en el entrenamiento vocal, cuyo objetivo primordial será ayudar al alumno a obtener un tono muscular óptimo para la fonación. La relajación empleada en la terapia vocal apunta a la disminución de la tensión muscular excesiva e innecesaria durante la fonación de forma consciente. Durante el entrenamiento se suelen utilizar técnicas activas que persiguen la relajación a través del movimiento, en aquellas zonas vinculadas a la función vocal.
El control muscular. La producción normal (eufónica) de la voz no requiere de sobresfuerzos, ni tampoco de una relajación total de la musculatura corporal.
4.3.1 La relajación del cuello y los hombros: ejercicios
Los ejercicios de relajación pueden variar, pero el objetivo final de todos es conseguir una vía vocal libre de excesiva tensión muscular y una laringe en la que dicho equilibrio permita la emisión eufónica de la voz.
Dentro de las diversas técnicas, la relajación diferencial es una de las más utilizadas
El maestro especialista debe elegir los ejercicios o técnicas de relajación más
apropiados, considerando el diagnóstico del alumnos, la edad, etc. Estos ejercicios de cuello y hombros se pueden trabajar en el aula del especialista antes de comenzar la sesión con el lenguaje oral
Ejercicios de relajación del cuello:
En posición sentada y con la espalda recta realizar media rotación de cabeza partiendo desde el pecho y llevando la cabeza hacia el hombro derecho e
izquierdo.
Efectuar un estiramiento lateral del cuello intentando acercar la oreja a un
hombro, regresar al centro y repetir hacia el otro hombro.
Con la cabeza en diagonal hacia el hombro derecho, efectuar un balanceo lento hacia abajo y atrás varias veces. Igual pero hacia el otro hombro.
Girar la cabeza hacia la derecha mirando por encima del hombro, mantener la posición durante 5-7 segundos y regresar al centro. Igual hacia el otro lado.
Mover la cabeza de manera pendular teniendo el mentón inclinado sobre el
pecho.
Bajar la cabeza hasta el pecho, mantener la posición 5-7 segundos y llevarla hacia atrás suavemente, regresar al centro.
Ejercicios de relajación de hombros:
Elevar el hombro derecho y bajarlo, dejándolo caer. Repetir con el otro hombro.
Elevamiento de hombros, mantener arriba unos segundos y dejarlos caer.
Efectuar con ambos hombros un movimiento anteroposterior (sin elevarlos).
Repetir el ejercicio con cada hombro, manteniendo la columna recta y cuello
flojo.
Realizar una rotación completa con ambos hombros de adelante hacia atrás,
lentamente.
Repetir la rotación de atrás hacia adelante, sin tensar el cuello ni la mandíbula.
Rotación completa de cada hombro hacia atrás y luego hacia adelante.
4.3.2 La relajación de los órganos fonoarticulatorios
Los ejercicios con estos órganos le servirán al alumno para mejorar la movilidad y tonicidad que puede estar aumentada o disminuida, entrenándose el órgano o músculo que estuviese afectado con el objetivo de optimizar los movimientos articulatorio fonatorios.
A continuación se exponen a modo de ejemplo una selección de movimientos para trabajar independientemente cada órgano articulador: lengua, labios, mandíbula (maxilar inferior) y velo del paladar.
Praxias linguales:
Sacar la lengua y llevarla hacia arriba, abajo, derecha e izquierda, estirando al máximo la base lingual.
Arquear la lengua en forma de un cucurucho, entrarla y sacarla de la boca manteniendo la forma.
Deslizar la punta de la lengua por todo el paladar hasta el velo, ida y vuelta manteniendo boca abierta.
Chasquear la lengua contra el paladar abriendo grande la boca y estirando el frenillo sublingual.
Repetir varias veces seguidas las vocales “o-i” unidas, sin mover labios ni mandíbula.
Sacar la lengua plana y ancha, introducirla lentamente en la boca y sin doblarla.
Girar la lengua dentro de la boca lentamente 3 veces hacia cada lado, manteniendo labios unidos.
Praxias labiales:
Repetir varias veces las vocales /a, o, u/
sin mover la lengua.
Inspirar por nariz y hacer vibrar los
labios mientras se espira todo el aire.
Subir los labios juntos hacia la nariz.
Inspirar y gesticular las 5 vocales áfonas (sin sonido) lentamente mientras espira todo el aire...
Ejercicios con la mandíbula:
Abrir y cerrar la boca lentamente.
Desplazar la mandíbula hacia delante, sentir la tensión y relajar.
Igual al anterior pero con la boca cerrada.
Llevar la mandíbula hacia un lado y hacia el otro con boca abierta...
Ejercicios con el velo del paladar:
Realizar un bostezo con la boca abierta, procurando un descenso lento de la mandíbula con la lengua plana y sin tensión en el suelo de la boca.
Con la lengua relajada fuera de la boca, introducirla lentamente mientras inspira el aire (por vía oral) hasta ubicarla en el suelo de la boca con la punta tocando los incisivos inferiores.
Bostezar con la boca cerrada, manteniendo la lengua aplanada en el suelo de la boca y el ápice lingual contra los incisivos inferiores.
Efectuar una contracción prolongada del velo del paladar observando su elevación y luego relajar.
Manteniendo la boca abierta, tomar el aire por nariz y expulsarlo por nariz.
Igual al anterior, expulsando el aire por la boca.
Tomar el aire por la boca y expulsarlo por la nariz.
Igual al anterior, expulsando el aire por la boca.
4.4 La intervención en la disfemia
Intervención indirecta.
Intervención directa.
4.5 La intervención en la taquilalia
La corrección de un niño con taquilalia depende de la gravedad de su defecto. Si el problema está muy arraigado, se corregirá, en primer lugar, llegando hasta la articulación de los fonemas y después a las combinaciones con las vocales (formación de palabras).