El diálogo transcurre en el Pireo, en casa de Polemarco, hijo de Céfalo, su padre Lisanias, Lisias, Eutedimo, Trasímaco, Carmánides, Clitofonte, Adimanto y Glaucón. A partir del segundo libro, Adimanto y Glaucón son los únicos interlocutores de Sócrates.