La cohesión es la propiedad por la que un elemento del texto se refiere a otro del contexto. Así en muchas lenguas la existencia de la concordancia gramatical, género gramatical y el número gramatical ayuda a interpretar el referente de una expresión, permitiendo identificarlo con el referente de expresiones anteriores al discurso. Por ejemplo: la existencia de diferentes grados de deixis (este, ese, aquel) es un procedimiento útil para lograr la cohesión discursiva, además de las categorías gramaticales que ayudan a relacionar formas léxicas y pronombres entre sí, las lenguas poseen conectores o nexos oracionales que permiten interpretar si discursivamente una oración refuerza a otra, la contradice en parte o la matiza, estos nexos que tienen un papel sintáctico tienen un significado léxico que permite deducir si dos oraciones se contraponen o no.
En algunas lenguas la categoría gramatical de evidencialidad constituye un potente mecanismo gramatical para guiar al oyente en la interpretación de lo que el emisor dice. Aun las lenguas que no poseen propiamente un mecanismo gramaticalizado de evidencialidad, pueden expresar algunos de esos matices mediante el léxico o palabras que proporcionan énfasis o cancelan interpretaciones semánticas erróneas de una oración
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