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Cuando el terapeuta tiene reacciones disfuncionales ante el paciente…
Cuando el terapeuta tiene reacciones disfuncionales ante el paciente
Los terapeutas a veces tienen actitudes respecto de los pacientes que acaso interfieren con la terapia.
El terapeuta debe controlar su propio estado de ánimo.
Identificar problemas en las reacciones del terapeuta
El terapeuta puede identificar sus reacciones negativas ante los pacientes si observa un cambio en su pensamiento, sus conductas, o su fisiología.
El analista debe realizar un seguimiento de sus pensamientos y sentimientos cuando revisa la lista de pacientes que tiene que ver determinado día.
Surgen preguntas como: ¿Quién me gustaría que hoy cancelase sesión?
Si el terapeuta puede identificar a los pacientes que entran en esa categoría, debería considerar la necesidad de prepararse de otra forma para ellos, y tal vez, cambiar sus estrategias terapeúticas.
Si el paciente reconoce este tipo de cambios en el terapeuta, puede producir una ruptura en la alianza terapeútica.
Conceptualizar las reacciones negativas
El terapeuta utilice sus propias reacciones emocionales y conductas disfuncionales como señales para identificar problemas potenciales.
El terapeuta debería identificar sus pensamientos y creencias disfuncionales y conceptualizar su zona de vulnerabilidad.
Estrategias para mejorar las reacciones del terapeuta ante los pacientes
1) Mejorar las competencias del terapeuta: En el Dx, la formulación y conceptualización cognitiva, la creación de la alianza, la planificación del tratamiento, el desarrollo de una estrategia global, la estructuración de las sesiones o la aplicación de las técnicas.
2) Responder a cogniciones disfuncionales: Usando el Registro de pensamientos disfuncionales, así como la lectura con cierta regularidad de respuestas alternativas.
3) Fijarse expectativas realistas para sí mismo y para los pacientes: El terapeuta debe ser plenamente consciente o no de sus expectativas, cuando estas son demasiada altas o bajas, el analista corre el riesgo de manifestar recciones inadecuadas.
4) Moderar el nivel y la expresión de empatía: El terapeuta debe aumentar su empatía con el paciente. Es importante conceptualizar por qué los pacientes actúan como lo hacen, sus creencias negativas.
5) Fijar los límites adecuados: El paciente absorbe demasiado tiempo y energía a su terapeuta, y a veces éste comienza a sentirse molesto. El analista debe analizar si realmente ha fijado los límites de manera clara y precisa.
6) Hacer una devolución al paciente: El analista debe prestar mucha atención al lenguaje que utiliza, y elegir un punto apropiado en la terapia, cuando la alianza terapeútica es lo suficientemente sólida.
7) Prestar mayor cuidado a sí mismo: El analista debería evaluar la medida en que efectúa actividades para cuidarse a sí mismo.
8) Derivar al paciente: El clínico tiene la posibilidad de considerar hablar con el paciente acerca de la conveniencia de derivarlo a otro terapeuta cuando está claro que, para el paciente, las desventajas del tratamiento superan las desventajas.
Cuando el terapeuta no cree que el paciente pueda mejorar
Cuando el terapeuta se siente incompetente porque sus expectativas en relación con el paciente son demasiado altas.
El terapeuta no cree en la eficacia del tratamiento porque es inadecuado.
El analista descree de los avances del tratamiento porque acepta la opinión distorsionada del paciente sobre sus problemas.
Cuando el terapeuta siente sobrecargado por el paciente
El clínico se siente sobrepasado porque trata de ser demasiado responsable y no puede fijar los limites correspondientes.
Cuando el terapeuta cree que desagradará al paciente
Algunos clínicos les preocupa el hecho de que sus pacientes se enfaden con ellos si conducen la terapia de la manera habitual.
Cuando el terapeuta se siente demasiado angustiado por el paciente
Los analistas suelen angustiarse cuando los pacientes corren el riesgo de hacerse daño o de dañar a otros. A veces, transmiten esa angustia al paciente que interfiere con el tratamiento.
Cuando el terapeuta se siente subestimado por el paciente
El terapeuta que tiende a sentirse inferior a los demás puede sentir que este tipo de pacientes no lo respeta y adoptar entonces una conducta inadecuada.
Cuando el terapeuta está a la defensiva
El terapeuta se pone a la defensiva cuando se siente criticado y acusado por el paciente.
Cuando el terapeuta se siente frustrado o enfadado con el paciente
El terapeuta debe mostrar más empatía cuando se siente frustrado o enfadado y reconocer que es él quien debería cambiar sus actitudes.
Cuando el terapeuta se siente amenazado por el paciente
Existen límites que el analista debe soportar, ya que puede correr el riesgo de ser dañado por la conducta de un paciente.
Cuando el paciente aborda un problema de reacción del terapeuta.
Los pacientes abordan los problemas de reacción del terapeuta y expresan como perciben que se siente el terapeuta.
El analista debe corregir con sinceridad el malentendido.