Las cosas, por otra parte, se deterioran por el paso del tiempo, las condiciones climáticas o el uso, entre otros factores. La fachada de una casa puede estar deteriorada cuando, pese al paso de los años, nunca se le realizó un mantenimiento o una restauración. Un coche estacionado a la intemperie durante años, por otra parte, también sufrirá el deterioro por acción del sol, la lluvia, etc. Aquellos objetos de uso intensivo, como un pantalón, se deterioran mientras cumplen su vida útil: “Me gusta esta casa, pero su deterioro es evidente”, “La humedad que llega desde el mar incidió en el deterioro del automóvil”, “Se me salió otro botón de la camisa: me parece que su deterioro ya es evidente”.