En 1833, tras la muerte de Fernando VII, los partidarios de Carlos María Isidro, hermano del difunto rey, iniciaron una insurrección armada ante la actitud poco firme del gobierno de la reina regente.
El levantamiento llevó a una guerra civil entre los partidarios de Carlos , defensores del absolutismo y los defensores de la legalidad del trono de Isabel II, hija de Fernando VII.
- Los carlistas se agrupaban bajo el lema Dio, Patria y Rey. Consideraban a la Iglesia como la institución vertebradora del orden social. Se oponían a la centralización política y al liberalismo.
Cobraron fuerza en el País Vasco, Navarra y parte de Cataluña, en Aragón y Valencia. Lo apoyaban numerosos miembros del clero y una parte de la pequeña nobleza agraria.
- La causa isabelina contó con el apoyo de una parte de la alta nobleza, pero para ampliar esta base social para hacer frente al carlismo se vio obligada a buscar la adhesión de los liberales : la burguesía y sectores populares que quieren poner fin al absolutismo y al Antiguo Régimen.