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Teoría cognitiva de la personalidad (Por su parte, Mischel (1973) “se…
Teoría cognitiva de la personalidad
Esta teoría plantea que la conducta está guiada por la manera como se piensa y se actúa frente a una situación; sin embargo, no deja de lado las contingencias que ofrece el ambiente inmediato ante cualquier situación.
Bandura (1977), "La personalidad es la interacción entre cognición, aprendizaje y ambiente; de igual manera juegan un papel importante". (P.17)
La autoeficacia (Bandura y Locke, 2003), entendida como
la capacidad de manejar las situaciones de manera adecuada para generar resultados deseados
Bandura (1977; citado por Davidoff, 1998), “la conducta de las personas está orientada a metas, pues los individuos se pueden regular a sí mismos; además tienen un grado de libertad y capacidad de cambiar durante toda la vida”. (P.18)
Bandura consideró a los humanos como seres complejos, únicos, activos, destacando el pensamiento y la autorregulación.
Bandura realizó sus estudios en humanos en el nivel contextual; por lo tanto, a través de la observación de modelos la persona puede transformar imágenes e ideas que se pueden combinar y modificar con el fin de elaborar patrones de conducta adecuados.
Siguiendo con Bandura, el carácter, al definirse por dimensiones aprendidas y vinculadas a factores psicosociales, tiende a formarse de manera
continua pero especialmente en los procesos de socialización más básicos.
Los esquemas son sistemas estructurados y entrelazados, responsables del procesamiento de un estímulo percibido y su respuesta conductual asociada (Beck, Freeman, Pretzer, Davis, Fleming & Ottaviani, 1995, P.18)
Para Rotter (1954) Autoeficacia esto puede ser utilizado como una “habilidad cognitiva que influye en las personas de acuerdo con el manejo de sus expectativas”. (P.18)
En cuanto al aporte a la construcción de instrumento, Rotter (1966) presentó una escala para evaluar las expectativas generalizadas del individuo sobre el control interno o externo del reforzamiento (Escala I-E). Esta escala consiste en un inventario autodescriptivo de elección forzada, construido en el contexto del aprendizaje social.
Por su parte, Mischel (1973) “se interesó por estudiar las variables personales del aprendizaje social cognoscitivo, variables que generaron otras maneras de percibir las diferencias conductuales; a partir, de estos estudios se pudo especificar cómo las cualidades de una persona influyen en el ambiente y las situaciones, así como también que el individuo emite patrones de conducta complejos y distintos en cada una de sus interacciones cotidianas”. (P.18)
Por tal razón, es necesario identificar las aptitudes de un individuo para construir diversas conductas bajo ciertas condiciones; de la misma manera que es pertinente considerar la codificación y clasificación que hace un individuo de la situación, al igual que demanda un gran interés por conocer sus expectativas respecto a los resultados esperados, los valores de esos resultados y los sistemas autoregulatorios de esa persona en particular
Según Mischel, existen cinco variables de la persona que contribuyen a las condiciones de una situación determinada. Son utilizadas para predecir cómo es más probable que se comporte una persona.
Competencias:
nuestras aptitudes intelectuales, así como también nuestras habilidades sociales.
Estrategias Cognitivas:
las diferentes percepciones de un determinado evento. Por ejemplo, lo que puede ser "amenazador" para ti puede ser "desafiante" para otra persona.
Expectativas:
los resultados esperados de los diferentes comportamientos, obtenidos por la persona dentro de su mente.
Los valores subjetivos:
el valor respectivo de cada resultado posible de diversos comportamientos.
Sistemas de autorregulación:
el conjunto de reglas y normas a las que las personas se adaptan para regular su comportamiento.
Finalmente, Mischel considera que la personalidad en sí no existe y que nuestros rasgos son simplemente estrategias cognitivas o cosas que hacemos por nosotros mismos para obtener el tipo de recompensa que deseamos.
Kelly (1955, citado por Pervin & John, 1998) planteó cono concepto estructural de la personalidad el constructo, como una manera de construir o interpretar el mundo; es un término utilizado por las personas para anticipar o experimentar sucesos, pues los interpreta, les da estructura y significado. Al observar dichos sucesos, el individuo da cuenta de que existen características que los diferencian de otros individuos.
El Test de Malvavisco, también conocido como Test de la Golosina, se trata un experimento realizado a fines de los años 60 por el psicólogo Walter Mischel a niños preescolares de una guardería de la Universidad de Stanford.
Qué es lo que nos enseña sobre el autocontrol la prueba del malvavisco
El autocontrol, es decir, la capacidad para controlar el comportamiento y las reacciones de uno mismo, es una gran ventaja y tiene un gran impacto sobre cómo lidiamos con las sorpresas de la vida. Hasta hace poco, se pensaba que la genética determinaba el nivel de fuerza de voluntad de cada uno. El psicólogo estadounidense Walter Mischel no piensa lo mismo: en su opinión, el autocontrol puede aprenderse.
La idea se puso a prueba en el centro de educación preescolar Big Nursery School, de la Stanford University, en California. El psicólogo Walter Mischel decidió observar cómo se enfrentaban niños de preescolar, de entre cuatro y cinco años, a tener que resistir una tentación particular.
Montaño Sinisterra, Merfi, & Palacios Cruz, Jenny, & Gantiva, Carlos (2009). Teorías de la personalidad. Recuperado de
https://www.redalyc.org/pdf/2972/297225531007.pdf
El test de Malvavisco de Walter Mischel y los beneficios del autocontrol. (S.f). Recuperado de
https://www.psicoactiva.com/blog/test-malvavisco-walter-mischel-autocontrol/
Kozak Katarzyna. (2017). Qué es lo que nos enseña sobre el autocontrol la prueba del malvavisco. Recuperado de
https://es.aleteia.org/2017/05/22/que-es-lo-que-nos-ensena-sobre-el-autocontrol-la-prueba-del-malvavisco/