Según los comunicados de prensa de Softbank, la gigantesca empresa japonesa de productos electrónicos creadora de Pepper, su robot era el primero del mundo que podía percibir las emociones humanas y responder a ellas, dando información de una manera divertida y útil, siendo a la vez “amable, tierno y sorprendente”, decía la página de internet de la empresa. O sea, era un recepcionista bancario ideal