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La Sociedad del Cansancio (La violencia neuronal (El siglo pasado era…
La Sociedad del Cansancio
La violencia neuronal
El siglo pasado era época inmunológica, medida por una clara división entre el adentro y el fuera, el amigo y el enemigo o entre lo propio y lo extraño
. Aunque el extraño no sea hostil, este será eliminado a causa de su otredad. Las enfermedades neuronales como la depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad entre otras definen el panorama patológico de comienzos de este siglo
Estas enfermedades son ocasionadas por el exceso de positividad.
Hoy la sociedad incurre de manera progresiva en una constelación que se sustrae por completo del esquema de la organización y resistencia inmunológica; se caracteriza por la desaparición de la
otredad
(categoría fundamental de la inmunología) y la
extrañeza
En la actualidad, comparece la diferencia que no produce ninguna reacción inmunitaria, ya no genera ninguna enfermedad, faltándole la extrañeza que provocaría una violenta reacción inmunitaria.
Lo extraño se sustituye por el exótico y el turista o consumidor ya no es un sujeto
inmunológico
Según Roberto Esposito, nos encontramos en plena época inmunológica, dedicando su análisis solo a objetos del pasado
Este paradigma no es compatible con la globalización, porque el mundo esta inmunológicamente organizado y tiene una topología particular marcado por límites, cruces y umbrales impidiendo el proceso de cambio e intercambio universal. Los inmigrantes o refugiados se consideran como una carga antes que como una amenaza
La dialéctica de la negatividad constituye el rasgo fundamental de la inmunidad. Lo otro inmunológico es lo negativo que penetra en lo propio y trata de negarlo.
Lo propio perece ante la negatividad de lo otro si a su vez no es capaz de negarla. La autoafirmación inmunológica de lo propio se realiza, como negación de la negación.
Lo propio se afirma en lo otro negando su negatividad
La desaparición de la otredad significa que vivimos en un tiempo pobre de negatividad
La resistencia inmunitaria se dirige siempre contra lo otro o lo extraño en sentido empático, cuando se habla de un sistema dominado por lo idéntico, no es necesario fortalecer las defensas del organismo
Es por esto que hay que diferenciar entre rechazo inmunológico (negatividad) y no inmunológico (positividad). La repulsión frente al exceso de positividad consiste en una abreacción digestivo-neuronal y en un rechazo.
La violencia viral parte de aquellas singularidades que se establecen en el sistema a modo de durmientes células terroristas y tratan de destruirlo pero la violencia de la positividad no presupone ninguna enemistad porque se despliega en una sociedad permisiva y pacífica.
La positivización del mundo permite la formación de nuevas formas de violencia, son inmanentes al sistema mismo.
La violencia de la positividad no es privativa sino
saturativa
, no es exclusiva sino
exhaustiva
La violencia viral no sirve para la descripción de las enfermedades neuronales, es sistemática porque consiste en una violencia inmanente al sistema
El exceso de positividad es el colapso del yo que se funde por un sobrecalentamiento que tiene su origen en la sobreabundancia de lo idéntico
Más allá de la sociedad disciplinaria
La sociedad disciplinaria es una sociedad de la negatividad (prohibición o no poder)
La sociedad de rendimiento se desprende progresivamente de la negatividad; caracterizado por el verbo "
poder
" o "
sin limites
"
Sgun Ehrenberg, el imperativo social de pertenecerse a sí mismo causa depresiones (expresión patológica del fracaso)
Lo que enferma no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo mandato de la sociedad del trabajo tardomoderna.
Una sociedad de gimnasios, torres de oficinas, bancos, aviones, centros comerciales y laboratorios genéticos
La sociedad ya no es disciplinaria sino de rendimiento
Los habitantes ya no se llaman "sujetos de obediencia", sino "sujetos de rendimiento"
Son emprendedores
Con el fin de aumentar la productividad se sustituye el paradigma disciplinario por el de rendimiento, debido a que el esquema negativo de la prohibición impide el crecimiento
El poder eleva el nivel de productividad obtenida por la técnica disciplinaria, por el imperativo del deber
El hombre depresivo es aquel animal laborans que se explota a sí mismo, a saber: Él es, al mismo tiempo, verdugo y víctima
La depresión es la enfermedad de una sociedad que sufre bajo el exceso de positividad. Refleja aquella humanidad que dirige la guerra contra sí misma.
El sujeto de rendimiento se abandona a la libertad obligada o a la libre obligación de maximizar el rendimiento
La sociedad del cansancio
El cansancio fundamental no es un estado de agotamiento en el que uno se sienta incapaz de hacer algo.
No consiste en un estado en que se agoten todos los sentidos
El cansancio devuelve el asombro al mundo
Facultad especial que inspira
El cansancio de la sociedad de rendimiento es un cansancio a solas, que aísla y divide. Estos cansancios son violencia, porque destruyen toda comunidad
El cansancio del agotamiento es un cansancio de la potencia positiva; incapacita para hacer algo.
El cansancio desarma. En la larga y pausada mirada del cansado, la determinación deja paso a un sosiego.
La sociedad de rendimiento, como sociedad activa, está convirtiéndose paulatinamente en una sociedad de dopaje
El dopaje en cierto modo hace posible un rendimiento sin rendimiento
El dopaje solo es una consecuencia de la vitalidad misma, un fenómeno altamente complejo y se reduce a la mera función y al rendimiento vitales
Bárbara Méndez A01335021
Andrea L'Eglise A01335635