Las principales fuentes de desastres, de origen natural, son la actividad tectónica (terremotos, maremotos, erupciones volcánicas) y el clima (huracanes, el fenómeno de El Niño que provoca inundaciones, sequías, e incendios, aunque estos últimos tienen una gran influencia humana). Hay, sin embargo, importantes factores antropogénicos que agravan el impacto ambiental y social de los eventos naturales extremos Entre ellos se cuentan: el crecimiento rápido y la intensificación de la pobreza en las zonas urbanas y la pobreza y la degradación del ambiente en las áreas rurales.