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FAHRENHEIT 451 (Montag pasa el resto de la tarde lluviosa leyendo…
FAHRENHEIT 451
Montag pasa el resto de la tarde lluviosa leyendo ansiosamente los libros mientras Millie se queda en casa sin hacer nada.
Montag recuerda varias veces a Clarisse. Mientras tanto, la pareja tensa de por sí es alarmada por unas rascaduras en la puerta.
Montag llega a la casa de Faber; el nervioso anciano duda primero, pero después de asegurarse de que está solo, deja entrar a Montag.
Mientras Faber lee ansiosa- y detenidamente la Biblia, el bombero le dice que es el único que puede ayudarle.
Montag le pide a Faber que lo ayude a entender sus libros,
lamentando que la sociedad pierda algo fundamental que le permitiría experimentar la verdadera felicidad.
Reflexiona sobre cómo Cristo es ahora “la familia” en la televisión y se acuerda de que “había un montón de libros hermosos en aquel tiempo, antes de permitir que se perdieran.”
Faber explica que la desaparición de los libros no explica del todo la superficialidad de la sociedad.
Faber afirma él mismo ser un cobarde por no haber protestado cuando empezaron a prohibir los libros.
los miembros de la sociedad carecen de la calidad de introspección, del misterio y del cuestionamiento que encontramos en los libros.
Faber afirma que les temen a los libros porque “revelan los poros de la cara de la vida” y les hacen sentirse incómodos.
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Millie le resta importancia diciendo que es “sólo un perro”, pero Montag sabe bien que es el Sabueso Mecánico.
Afortunadamente, el Sabueso se va sin causar alboroto. Millie alega que no hay ninguna razón por la cual leer los libros
Montag contesta con un vehemente discurso afirmando que en realidad no tienen ni idea de lo que pasa en el mundo
Montag se pregunta cuál va a ser el siguiente paso. Se acuerda de un encuentro con un anciano en un parque, hace un año.
Para Montag, era obvio que el anciano traía escondido un libro en su chaqueta,
el bombero no hizo nada al respecto. Las palabras de Faber sonaban en su mente: “No hablo de cosas, señor
Utiliza un teléfono auxiliar para llamar a Faber, que se queda asombrado al oír hablar a Montag.
Éste le pregunta cuántas copias de la Biblia quedan en el país (el libro que se robó de la colección de la anciana).
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El hombre era un antiguo profesor universitario de literatura (todas las facultades de humanidades habían sido clausuradas hace 40 años) llamado Faber.
que quemarán su casa si los descubren
que a los que buscan saber se les callan rápidamente, como a Clarisse y a la anciana.
se muere de hambre cuando ellos viven bien y se dedican a entretenerse.
Habla de la guerra que se está llevando a cabo y de cómo la gente en el resto del mundo trabaja duro
se deja inmediatamente cautivar por una conversación acerca de un insignificante programa de televisión.