Por los libros de texto, es común que el alumnado desarrolle unos conocimientos sobre nuestro organismo, por una parte, muy próximos en algunos aspectos al saber cotidiano y, por otra, muy "escolares", es decir, poco significativos y muy fragmentados (Nuñez y Banet, 1996; Cubero, 1998; Ignacio, 2005; Pujol, Bonil y Márquez, 2006).
El conocimiento de las distintas partes del organismo se extiende también al ámbito de los distintos niveles de organización que presentan los seres vivos complejos
Por ejemplo, si:
La exposición que efectúa el texto escolar se enfoca desde el nivel de organismo, es común que se realicen pocas alusiones a lo que ocurre en los niveles celular, molecular o de ecosistema
Y si se centra en el nivel celular o molecular, no cabe esperar, por lo general, que se incluyan menciones a los niveles macroscópicos.
Para llegar a conocer y entender la estructura, las propiedades y el funcionamiento de nuestro cuerpo
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