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TEMA 5. AL-ÁNDALUS - Coggle Diagram
TEMA 5. AL-ÁNDALUS
- DE LA CONQUISTA DE AL-ÁNDALUS AL CALIFATO
Emirato Independiente
En el año 756, se proclamó emir independiente de Córdoba como Abderramán I. Los emires de Córdoba dejaron de obedecer al califa, aunque siguieron reconociendo su autoridad religiosa.
Los emires tuvieron que hacer frente a numerosas revueltas internas, pero también a las incursiones militares de los francos y de los cristianos.
En el año 750 la dinastía Abasida se hizo con el poder del islam y la familia Omeya fue asesinada en Damasco. El joven Abderramán consiguió escapar de la masacre y llegar hasta al-Ándalus donde se hizo con el poder.
El califato
En el año 912, Abderramán III heredó el trono. En el 929, se proclamó califa. El título de califa significaba que, además de dirigir el gobierno, Abderramán III se convertía también en la máxima autoridad religiosa de al-Ándalus.
En las tareas de gobierno, el califa contaba con la ayuda del hayib o primer ministroy de los visires (ministros). Además los valíes gobernaban en las provincias y en las marcas fronterizas de Zaragoza, Toledo y Mérida.
En el año 976 accedió al título de califa Hisham II de tan solo 11 años. El gobierno quedó en manos de Almanzor, un brillante general que emprendió numerosas campañas de saqueo o razias contra los reinos cristianos del norte.
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- DE LA FRAGMENTACIÓN DEL CALIFATO AL REINO NAZARÍ
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Los reinos de taifas
El Califato se dividió a partir de entonces en numerosos reinos o taifas, lo que refleja las profundas divisiones étnicas y políticas de la sociedad andalusí. Fue una etapa de fuerte crisis política, pero de gran brillantez cultural en al-Ándalus.
Las taifas se enfrentaron entre sí permanentemente, pues las más poderosas quisieron adueñarse de las más débiles. Destacaron las taifas de Sevilla, Toledo, Badajoz y Zaragoza. También fueron hostigadas por los reinos cristianos del norte. Para evitar los ataques, los reyes de las taifas pagaban parias o tributos a los reyes cristianos.
Traas la muerte de Almanzor en 1002, las luchas internas asolaron al-Ándalus hasta que se depuso al último califa de Córdoba en 1031.
El empuje militar de los reinos cristianos era cada vez más fuerte. En 1085, Toledo cayó en manos cristianas. Los musulmanes llamaron en su ayuda a los almorávides, guerreros bereberes que habían formado un gran imperio en el norte de África.