Son el resultado de una violenta tracción de la piel y tejidos subyacentes en determinadas regiones del cuerpo. Normalmente son accidentales, pero se puede dar la voluntariedad. Se localizan en partes prominentes del cuerpo: brazos, piernas. Estás lesiones son de superficie muy irregular, poco sangrantes y con los bordes como deshilachados debido a los diferentes tejidos que quedan formando una especie de flecos. Una típica lesión es el scalp: la víctima es apresada por el cuero cabelludo, del cual tira el agente de tracción con fuerza, arrancando la cabellera junto con la piel de la cabeza. El scalp puede ser parcial o total. (Campohermoso, 2013)